La literatura en las artes marciales - Estafas literarias en España

Recuerdo que desde principios de los 90 los practicantes de las artes/deportes marciales convencionales (taekwondo, karate, judo, ninjitsu, full contact y cualquier otro que se pusiera de moda) teníamos una inquietud, un afán de conocimiento sobre nuestra actividad que sobrepasaba la mera asistencia a las correspondientes clases.

Tal era así que siempre que se podía se hablaba con deportistas de otros estilos sobre cuál de éstos sería el mejor, "pásame la revista Dojo que tienes", "ya he visto la última peli de JCVD o Steven Seagal", "voy a comprarme no-sé-qué-material-adicional-de-entrenamiento"…

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Conscientes de esta avidez de conocimientos, los oportunistas editores de libros y profesores de artes marciales mejor situados para estas faenas, comenzaron a publicar libros y libros de artes marciales con títulos muy sugerentes siempre refiriéndose a la defensa personal, el método definitivo y la revelación de secretos que no podrías encontrar en ningún otro sitio. Realmente era ver uno de estos títulos y tu nivel de expectativas se disparaba al alza al momento: Tenías que comprar ese libro.

Por aquel entonces ya había podido ver libros de AAMM (artes marciales) de algún compañero y me había comprado algunas revistas especializadas. Las conclusiones que saqué eran que este material no servía para nada.

Las revistas hablaban esencialmente de las últimas películas de las estrellas del cine de acción que incluían puños y patadas en su repertorio (Chuck Norris, JCVD, Michael Dudikoff) o prometían revelar más detalles sobre la vida de Bruce Lee. La aportación básica (y gancho para las ventas) era una portada prometedora con una foto de los ídolos de la época que no habías visto antes en ese tamaño. Muy vistoso todo. Luego el contenido era patético: un par de reseñas de alguna película, una técnica de cada uno de los varios estilos que estuvieran en boga por aquel entonces y la imprescindible publicidad de Fuji.

A día de hoy la cosa sigue igual, siendo el líder del cotarro la revista Cinturón negro, que sigue la misma estela de Dojo, aunque parece que sus artículos se dedican más a promocionar los vídeos instructionals (didácticos) que edita la propia compañía y se ha adaptado un poco a las nuevas corrientes haciendo breves e insulsos reportajes de las veladas de artes marciales mixtas y K-1.

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Los libros que edita la compañía son muy malos en general. Puede verse el libro de Evan Pantazi KYUSHO-JITSU: LOS PUNTOS VITALES DEL CUERPO HUMANO EN LAS ARTES M ARCIALES, que no es más que una recopilación de artículos de la revista y que a mi parecer carece de la mínima coherencia que se debe exigir a un título así del considerado por muchos una autoridad del kyusho a nivel mundial.

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En cuanto a los libros, recuerdo que un compañero de taekwondo tenía uno de pumses y como era un poco cabezón lo llevaba para consultarlo porque le costaba memorizar esos movimientos que tanto repetíamos en clase.

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Superado la estricta y la, a priori, algo absurda metodología del taekwondo, desconecté por algún tiempo de este mundillo y su literatura hasta que en el año 2003 descubrí que un compañero del trabajo compraba muchos libros de artes marciales por internet.

No entendía por qué y me explicó que se podía aprender mucho. Tras una discusión sobre si era de utilidad ver una foto de un tío con la pierna totalmente en vertical (preparando un neryo chagui), algo que a mí no me podría aportar nada, él me explicó que en los libros podían venir más cosas: métodos de entrenamiento, estrategias, objetivos del golpeo, etc. Al fin y al cabo hay muchos maestros en cada estilo y cada uno tiene sus seguidores. No hay una sola forma de conectar con el público ni una sola forma de escribir libros sobre un tema concreto.

Sentí curiosidad al ver que en Amazon había libros de Brazilian jiu jitsu como Mastering Jujitsu y Brazilian Jiu-Jitsu: Theory & Technique y estando yo muy metido en el grappling decidí darles una oportunidad a los Gracie.

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El resultado fue un punto de inflexión en mi opinión sobre esta literatura. Pensé inicialmente que los libros sí podrían ser útiles (al menos para mí) si se eran sobre lucha. Más adelante llegaron mis primeros libros de Mark Hatmaker, de Shioda y me enganché a esto de comprar libros, preferiblemente en internet y en inglés, comprobada su utilidad.

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Pero una vez en la Vaguada vi en el célebre (gracias a Gigatrón) Discoplay un librito de taekwondo y pensé: “no tengo ningún libro de TKD y es algo que he hecho toda la vida. Voy a comprarme uno y así lo tengo como recuerdo, para tener además una fuente de consulta de los pumses. Nunca se sabe…”.

Compré el libro de Peter Malota “Tae Kwon Do. Fundamentos, Metodos de Entrenamiento, Combate por casi 9 euros, ya que era un precio bajo.

Cuando llegué a casa y lo abrí vi lo puta mierda que es. Nefasto. Sólo es un compendio de fotos bonitas en blanco y negro, sin explicación alguna de las técnicas, estrategias o métodos de entrenamiento.

Lo vergonzoso además es que he podido comprobar que hay libreros que lo venden (o lo quieren vender) por 18 euros. Qué cosas: este tío se dedica al cine y ha trabajado con Van Damme en varias películas. Creo que no hablaba en ellas. Tampoco dice nada en su libro. Será que sólo sabe dar hostias. Además es coreógrafo de la película Honor, una de las peores películas que recuerdo (y he visto muchas malas, pero ésta se encuentra al nivel de “Pearl Harbor”, y demás películas de Michael Bay, o “Herida abierta” en mi memoria) y en la que salían actuando Rorion Gracie, Rody Piper, Remy Bonjasky y Don Frye.

Tan malo es el libro que no he podido encontrar una foto de la portada en internet para ponerla en este post.

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Ahora estoy en una época en la que me encuentro investigando las aplicaciones “ocultas” en los pumses y quería revisar alguno de ellos así que me fui a la biblioteca y me llevé prestado LECCIONES DE TAEKWONDO de LOSITO, GIUSEPPE y luego recordé que también me había comprado, años ha, el Lecciones de ju jitsu, de Giancarlo Bagnulo, ya que ambos son de la editorial De Vecchi. Ambos son muy malos.

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Vista la también mala traducción que hizo Paidotribo del Aikido Total de Shioda, una buena obra en su versión en inglés, hemos de llegar a la conclusión de que para ampliar conocimientos en las AAMM mediante literatura hay que saber al menos inglés.

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He oído decir que J.J. Santos Nalda ha escrito muy buenos libros sobre aikido, pero aún no tengo un criterio formado. Me pareció curioso, en cuanto anormal /atípico por el contenido, el AIKI NE WAZA: APLICACION DE LOS PRINCIPIOS DEL AIKIDO A LA LUCHA EN EL SUELO

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Tengo también de Tomás Sánchez el “Aikido. El maestro y el método”, del cual lo que más valoro es que se trata de un sentido regalo de un amigo al que he ayudado un poco, humildemente, a arrancar en el mundo del aikido. Es decir, el libro no aporta mucho técnicamente en sus 187 páginas, lo que tristemente viene a ser la regla general en este subgénero literario en España, donde parece que sólo hay aficionados.

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Un libro español que si me parece realmente serio, científico, si se me permite el término, que tiene mucho que aportar al practicante de artes marciales es el libro de Joaquín Muñiz "TAI-JITSU Defensa Personal, Programa de Cinturón Negro por Grados". Es un libro que realmente destaca, para bien, en este subgénero de las artes marciales y no sólo a nivel nacional.

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En Amazon hay muchas obras, buenas y malas, sobre artes marciales en inglés y yo he encontrado utilidad a la mayoría de los que figuran en este listado, pero hay que tener mucho cuidado con lo que se compra y consultar antes. En esto, google books puede facilitar en algunos casos, al permitir previsualizar algunas obras, la decisión de compra.

En cualquier caso, creo también que esta carencia de buenos libros españoles en esta materia es reflejo del personal que se dedica profesionalmente a las artes marciales en este país y de la estructura de federaciones, titulaciones, etc, ya que hoy sin un 6º dan no eres nadie, sin el título de monitor/entrenador regional/nacional no vales para enseñar… pero, me pregunto yo:

  • ¿quién evalúa a los nuevos docentes, nuevos técnicos?
  • ¿Están capacitados esos tribunales?
  • ¿De dónde han salido sus miembros, quién les ha designado a ellos y con base en qué fundamentos?

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