La importancia de saber respirar para un luchador

Un luchador debe saber controlar la respiración. Es importante saber cómo respirar cuando se ve envuelto en un clinch, cuando ataca y cuando es atacado, cuando cae y, por supuesto, cuando se tiene que posicionar en el suelo con una persona encima de su pecho que le aplasta los pulmones, reduciéndole la capacidad respiratoria, a la vez que está buscando una situación que le permita conseguir una victoria por sumisión.

La tensión del combate es tal que aunque haya practicado mil veces un conjunto de técnicas, el luchador puede perder a veces los papeles y comenzar a respirar demasiado rápido, no dando tiempo a los pulmones a recoger de forma adecuada el oxígeno, el combustible que necesita el organismo en todo momento, produciendo así una hiperventilación que desemboca en una mayor tensión y un cansancio innecesariamente prematuro.

Afortunadamente, la respiración es la circunstancia nerviosa necesaria e inconsciente que realiza nuestro organismo que podemos trabajar de manera consciente, ya que podemos fijar más o menos cantidad, velocidad y duración de las inspiraciones y espiraciones y con qué partes de los pulmones las hacemos.

Desde este punto de vista, un buen luchador podría obtener muchos beneficios del yoga.

El yoga trabaja la respiración de muchas maneras buscando la quietud, economizando el esfuerzo, evitando la oxidación del cuerpo y el consiguiente envejecimiento. Mediante las técnicas que se emplean en yoga se busca la tendencia a respirar lo estrictamente necesario. Para conseguirlo el practicante suele centrarse en seguir patrones de respiración muy calmados con poca inspiración en tiempo, retención y una más prolongada espiración.

Mark Hatmaker, uno de mis autores de libros de artes marciales favoritos, le da una gran importancia a la respiración en el combate y lo plasma así en su libro More No Holds Barred Fighting: Killer Submissions, el 2º libro de la serie No Holds Barred Fighting.

Para este autor, hay varias técnicas o tácticas respiratorias que el luchador debería practicar y que procedo a resumir a continuación:

Comparar los ritmos respiratorios: Consiste básicamente en respirar de forma más pausada que el oponente cuando los luchadores están en el suelo. Respiraciones largas y profundas producirán el suministro de oxígeno que nuestro cuerpo necesita, calmándonos y reduciendo la tensión que produce el combate per se. Al estar más calmados que el oponente podremos adoptar la estrategia más sensata para salir de un apuro o para conseguir una mejor posición o directamente una sumisión.

Clearing breath: en combate es característico pasar repentinamente de un trabajo de resistencia a uno anaeróbico. Esto puede producir una hiperventilación, donde el cuerpo demanda repentinamente oxígeno para lo cual los pulmones inspiran y espiran demasiado rápidamente, no consiguiendo para nada lo que pretende, sino, al contrario, los pulmones distribuyen el CO2 que todavía está ahí y no ha expulsado. Para salir de este ciclo, hay que realizar una exhalación muy profunda (y que se oiga bien la exhalación), para que una vez vaciados totalmente los pulmones podamos realizar una inspiración larga y profunda. Entonces volveríamos nuevamente a la forma de respirar explicada en primer lugar, comparando el ritmo respiratorio con nuestro compañero / oponente.

Respiración energética: cuando ya estamos cansados y nos sentimos lentos podemos recurrir a este tipo de respiración, que nos debería proporcionar la energía adicional que necesitamos para acabar el combate. Consiste en hiperventilar a un ritmo muy elevado, de dos a cuatro inspiraciones/ espiraciones profundas por segundo. Este patrón se realizaría durante 15 o 20 segundos.

Respiración comprimida: se trata de habituarnos a situaciones en las que por tener a alguien encima o debajo de nosotros nuestro pecho se ve oprimido, reduciendo la capacidad pulmonar en esa posición. Se trata de relajarse y aprovechar adecuadamente la parte de los pulmones que no está comprimida. Pensad en tumbaros transversalmente encima de un saco de boxeo que está en el suelo a modo de oponente. Nos posicionamos a la altura del diafragma y apoyamos todo nuestro peso sobre el saco. Aguantamos unos minutos así. Se puede trabajar este aspecto más intensamente si lo hacemos después de una serie de sentadillas con salto (sería un entrenamiento específico para la lucha más completo).

Stacked breath: Como complemento de la anterior, esta forma consiste en habituarse a respirar en posturas antinaturales e incómodas como el arado, intentando compactarse todo lo posible para reducir la capacidad pulmonar actual.

Respiración de relajación: para hacerla antes o después de la práctica. Inspiramos contando lentamente hasta 4. Contenemos el aire en los pulmones contando hasta 7 y expulsamos muy despacio hasta vaciar los pulmones mientras contamos hasta un mínimo de 8. De esto se hacen 10 o más ciclos.

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